María de Betanía

SU NOMBRE PUEDE SIGNIFICAR

«Amargura»

SU CARÁCTER:
María parece haber sido una mujer soltera, totalmente entregada a Jesús. El evangelio la describe como una mujer de pocas palabras, en contraste con su hermana Marta. Cuando Jesús se aproximaba al tiempo de su entrada triunfal en Jerusalén, antes de la Pascua, ella llevó a cabo una acción de gran significado profético, que molestó a Judas Iscariote, el discípulo que traicionó a Jesús.

SU DOLOR:
Haber llorado ante la tumba de su hermano Lázaro, y seguramente haber experimentado gran sufrimiento por la muerte de Jesús.

SU GOZO:
Haber hecho algo hermoso por Cristo.

ESCRITURAS CLAVE: Mateo 26:6–13; Marcos 14:3–9; Lucas 10:38–42; Juan 11:1—12:11

LA PROMESA QUE RECIBE
El cordero pascual en el Antiguo Testamento era solo una sombra de lo que habría de venir. Como nuestro Cordero pascual, Jesús ha llevado a cabo completa y absoluta redención de nuestros pecados. Tal como moría el pequeño cordero para que los primogénitos de las familias hebreas no murieran y pudieran ser liberados de Egipto, asimismo Jesús, nuestro Cordero pascual, murió para que nosotros quedemos libres de la esclavitud del pecado.

PROMESAS EN LAS ESCRITURAS PARA TI

²⁹ Al día siguiente, Juan vio que Jesús se le acercaba y dijo: «¡Miren! ¡El Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!

-JUAN 1:29

¹⁷ Antes ustedes eran esclavos del pecado pero, gracias a Dios, ahora obedecen de todo corazón la enseñanza que les hemos dado.¹⁸ Ahora son libres de la esclavitud del pecado y se han hecho esclavos de la vida recta.

-ROMANOS 6:17-18

⁷ Desháganse de la vieja «levadura» quitando a ese perverso de entre ustedes. Entonces serán como una nueva masa preparada sin levadura, que es lo que realmente son. Cristo, nuestro Cordero Pascual, ha sido sacrificado por nosotros.[g] ⁸ Por lo tanto, celebremos el festival, no con el viejo pan[h] de perversidad y maldad, sino con el nuevo pan[i] de sinceridad y verdad.

-1 CORINTIOS 5: 7-8

REFLEXIÓN

Toda mujer cristiana se hace la pregunta de si es una María o una Marta. Lo cierto sea probablemente una mezcla de ambas. No era que Marta no amase a Jesús; solamente necesitaba una corrección del curso cuando se quedó enredada en cosas menos importantes. A veces, también nosotras hacemos eso. Pero María nos recuerda que una casa limpia y alimentos de calidad de chef son menos importantes que nuestras relaciones, especialmente nuestra relación con Jesús.
¿Nos conformamos con las cosas buenas de este mundo y pasamos por alto asuntos espirituales más valiosos? Si no estamos edificando nuestra relación con Jesús, quizá nos hayamos convertido en Martas que necesitan andar al lado de María por un tiempo.
Dele gracias a Dios por darnos la capacidad de agradarle y por todas las cosas hermosas que ha hecho por usted.
Confiesele cualquier mala predisposición que tenga a abrazar los aspectos difíciles del evangelio de la misma manera que abraza las partes felices y pídale a Dios que le dé una gran hambre de vivir en su presencia y buscar su rostro todos los días de tu vida.

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